MITOS Y REALIDADES DE LAS FRANQUICIAS

Por: Alfonso Riera

Socio-Director de Front Consulting

Director de la Cámara Venezolana de Fraquicias-Profranquicias

Profesor de la UCAB y UCV en materia de Franquicias

El sector de las franquicias se presta, como muchos otros, a ser presa de patrones de opinión que no siempre se corresponden a la realidad. Ello particularmente se manifiesta en Venezuela, en donde el concepto ha irrumpido  de manera violenta en el mercado, y donde ha existido una excelente divulgación sobre los elementos del esquema; pero la propia rapidez del suministro de la información ha influido en que la misma deje elementos fuera de la opinión diaria. Así, hoy día el venezolano conoce más de franquicias que hace tres años, pero aún existen mitos generalizados los cuales es tiempo de comenzar a divulgar en aras de despertar una conciencia crítica y madura.

Ello lo afirmamos porque en el mundo existen aproximadamente 15.000 empresas franquiciantes de muy diversos orígenes, países como Japón cuentan con un número de 2.000 franquicias locales, Francia con 1.500, Alemania con 1.200, Brasil con 800, España con 400, México con 250, y humilde pero exitosamente, Venezuela ya cuenta con un número de franquicias locales cercano a los 70 conceptos; y nos referimos a conceptos locales a aquellos desarrollados con marcas, procesos o tecnología nacional.

Así, en Venezuela existen actualmente un total aproximado de 200 empresas franquiciantes de diversos orígenes geográficos, de las cuales, tal como indicáramos, un número cercano a las 70 son formatos netamente locales o de origen venezolano y de diversos conceptos comerciales. Dentro del sector mencionamos y sólo a título enunciativo, negocios bajo el formato de franquicias venezolanos como el caso del ramo de servicios Spa Manicure, Esthetic Hands & Nails, Aquamassage, Solarium Center; en el ramo hotelero como Hoteles Tamanaco; el farmacéutico como Farmacias SAAS y Locatel; el de venta de artículos varios como Graffiti, Biglidue, Tanilu Trajes de Baños, Chévere, Tiendas Montana, Maxi-Papel, Optica Berl, La Tienda del Pintor, Ceramihogar, Ti & Yei, Nok-Nok, Ferka, Mercapollo, Kioto, Cellular Center, Don Lolo, Optica Caroní; en el de comida rápida, por cierto el mas numeroso, negocios como Sushi Express, Restaurant L´Entrecote, Chip-a-Cookie, Charcutería Tovar, Bonne Crepes, Ronky´s Pollo, Pecos Bill, Don Taco, Heladerías Happy Time, Heladerías Mambo, La Cocada de Carlos, Chipi´s Burger, Pronto Pizza, Churro Manía, etc. Existe otro cúmulo de negocios que contienen elementos mercadológicos susceptibles de ser considerados extranjeros, mas se trata de conceptos locales y por mas exitosos, tal es el caso de American Laundry, American Deli, American Hog Dog, Steak Burger, Sales On TV, Cinnarolls. Otros tantos han desarrollado un formato de franquicia nacional cuya estructura está basada en el uso de maquinaria o tecnología extranjera, como Quick-Press y los ya mencionados Aquamassage y Solarium Center. En resumen, sí existe un gran número de formatos venezolanos, incluso lo son muchos de los que usualmente se relacionan con conceptos extranjeros, tanto que el 45% de las franquicias en Venezuela son locales y un 55% extranjeras; pero lo mas interesante es que la proyección apunta a un crecimiento acelerado de desarrollos de nuevos formatos venezolanos, al punto de poder representar un 60% del total en los próximos 5 años.

Volviendo al mito comentado, en Venezuela las franquicias estadounidenses representan un 35% del total, sin embargo existen formatos de diversos países como México (Sr. Frog), España (Retoucherie de Manuela, Boccata, Pressto), Alemania (AB Your Office), Francia (Biogénie, 5á Sec, Crepes de France, Mephisto), Canadá (Techno-Kids, Pack-Mail, Saint Cinnamon), Bélgica (Kid-Cool), Dinamarca (Evita Peroni), Colombia (Crepes & Waffles), Japón (Sanrio), Italia (Veneta System), etc.

En conclusión, a pesar que el éxito y la internacionalidad de ciertas marcas como el caso de Mc Donald´s, Wendy´s, Subway, Mail Boxes Etc., Domino´s Pizza, haga recordarlas inmediatamente al pensar en franquicias, hay que distinguir esa realidad mercadológica al hecho de monopolizar el sector con un único país determinado.

Otro de los grandes mitos en el ámbito de las franquicias, es que las mismas tratan sobre un negocio de baja inversión al que todo inversionista tiene acceso. A pesar que mucho de la premisa es cierto, los requerimientos financieros ameritan aclarar una realidad, ya que en las franquicias siempre existirá una inversión que variará enormemente según la franquicia de que se trate. Al respecto es imprescindible recordar que la inversión en una franquicia no solo se limita al pago del llamado “Derecho de Entrada” o “Franchising Fee”, el cual en Venezuela oscila entre 0 a US$ 30.000,oo, sino que también hay que adicionar los montos requeridos para el equipamiento, obra civil, primer inventario y otros misceláneos destinados a acondicionar el local para su inicio de operaciones; allí es cuando la inversión TOTAL toma la dimensión real y definitiva. Numéricamente, las franquicias en Venezuela con las menores inversiones totales se acercan a los US$ 30.000,oo, incluyendo todos los conceptos esbozados, no obstante hay las que requieren hasta US$ 1.500.000,oo por los mismos conceptos, ello dependiendo de la necesidad inmobiliaria requerida, el tipo de negocios, los cotos de equipamiento y mobiliario, el tipo de inventario inicial, etc.

Apoyados en las estadísticas generales con que se cuentan en el país, observamos que en Venezuela cerca del 38% de las franquicias requieren de una inversión entre US$ 30.000,oo y US$ 50.000,oo; el 22% requiere entre US$ 50.000,oo y US$ 100.000,oo; el 30% entre US$ 100.000,oo y US$ 300.000,oo; el 8% entre US$ 300.000,oo y 1.000.000,oo; y finalmente el 2% requiere un monto superior al Millón de Dólares como inversión total.

Lo anterior evidencia que, si bien es cierto las franquicias ofrecen una independencia comercial  a unos montos de inversión previamente calculados y entre los que hay de mediana envergadura, especialmente en comparación con la inversión natural que significa la adquisición de un negocio propio, nos es menos cierto que el sector amerita un capital que, por lo mínimo, asciende a US$ 30.000,oo.

El tercer mito digo de comentar versa sobre el patrón de opinión que desemboca en pensar que las franquicias ofrecen negocios, cuya estandarización implica altos rendimientos a costa de bajos sacrificios de tiempo y de operaciones. Pues el solo hecho de estar adquiriendo un negocio propio viene totalmente adherido a la necesidad de empeño, competencia y dinamismo por parte de los franquiciados, elementos que inciden directa y esencialmente en el éxito de toda franquicia.

Ello obedece a una realidad tal, que en la mayoría de los contratos de franquicia se encuentran declaraciones similares a la citada a continuación:

“EL FRANQUICIADO expresamente declara que conoce y está de acuerdo en que el éxito particular de la Tienda operada conforme a los estándares del Sistema de Franquicia, depende en gran medida de la capacidad y diligencia del FRANQUICIADO, así como de la observancia de éste de todos y cada uno de los elementos y estándares que constituyen el Sistema en cuestión.”

Tal declaración evidencia la necesidad de recordar al inversionista, que no debe confundir el hecho de estar adquiriendo un formato cuyos estándares disminuirá la curva de riesgo y de aprendizaje, pero nunca la eficiencia comercial sobre la cual está basado todo tipo de negocios. Incluso existen muchas empresas franquiciantes que, atentas a la importancia del control y gestión de los franquiciados, imponen como norma que los mismos sean los propios operadores directos del negocio de que se trate.

Por último vale aclarar otra generalidad basada en que las franquicias tratan preponderantemente de negocios de comida rápida. Ello tiene un asidero indiscutiblemente cierto, ya que en los formatos de comida rápida las franquicias han encontrado un clásico nicho estructural, cuya aplicación se ha convertido incluso en cuestión de supervivencia en mercados tan competidos. Sin embargo, en Venezuela tal sector ocupa un 40% aproximadamente del total de las franquicias operativas, secundado por sectores diversos como discotiendas, farmacias, educación, alquiler de vehículos, electrodomésticos, ropa, accesorios personales,  tintorerías y lavanderías, construcción y pintura, hoteles, servicios postales y muchos otros.

Ahondado en estadísticas mundiales, vemos que el sector de comida rápida ha descendido a un 20% del universo de franquicias, ya que el mayor crecimiento en los últimos 3 años ha sido evidenciado en el sector de ropa y accesorios personales, con un 30% aproximado del total mundial. Los números que actualmente arroja Venezuela obedecen a una etapa primaria de madurez en el sector, en donde irrumpe con mayor fortaleza lo que más se adapta a una realidad socio-económica de consumo (comida), que seguramente será imitado por formatos diversos y especializados en la medida en que el mercado lo exija o se convierta en opción atractiva.

Es así como hemos querido detallar un poco la realidad que engloba un sector, que tiene la bondad de haber sido exaltado como sinónimo de aspectos positivos, lo cual no deja de ser cierto, pero sin embargo también contiene riesgos, implica sacrificios, amerita inversiones, todo ello acompañado de las vicisitudes naturales de toda inversión y negocios propios, que mas vale conocerlas y considerarlas antes de despertar ante una irrealidad incauta, a la que nadie caería sino por falta de información.

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